SABER CALLAR
Aprendamos a escuchar, para saber dar nuestra opinión en el momento justo.
Una palabra puede volvernos grandes o disminutos ante los ojos de los demás.
Es de necios criticar a los demás sin antes ver los propios defectos.
En el silencio se reflexiona y se encuentra la solución a los problemas.
La gente prudente sabe cuando hablar y cuando es mejor callar.
El silencio y la reflexión son dos buenos medicamentos para quienes sienten angustia.
En el silencio de la fe se escucha con claridad la voz del Señor.
No es bueno callar una verdad cuando es preciso decirla, pero si cuando hiere los sentimientos de otros.
Hablar poco y actuar en grande son características de la persona con éxito.
Aprendamos a escuchar, para saber dar nuestra opinión en el momento justo.
Una palabra puede volvernos grandes o disminutos ante los ojos de los demás.
Es de necios criticar a los demás sin antes ver los propios defectos.
En el silencio se reflexiona y se encuentra la solución a los problemas.
La gente prudente sabe cuando hablar y cuando es mejor callar.
El silencio y la reflexión son dos buenos medicamentos para quienes sienten angustia.
En el silencio de la fe se escucha con claridad la voz del Señor.
No es bueno callar una verdad cuando es preciso decirla, pero si cuando hiere los sentimientos de otros.
Hablar poco y actuar en grande son características de la persona con éxito.
(desconozco el autor)
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