Ir al contenido principal
La elección de ser feliz

Un día algo distrae tu pensamiento del día a día y entonces te da por buscar la respuesta a un pregunta que jamás te planteaste, ¿qué me hace feliz?
Y entonces empiezan los pensamientos inconcluyentes a surgir, siendo como una gota de agua y llegando a convertirse en un mar.
Y sí, te empiezas a plantear cuales son las cosas que hacen que tu vida se llene de felicidad, cosas como la sonrisa de tu hija y ese brillo en su mirada, sus besos, sus caricias, los te quiero mamá, los te quiero papá, los ratos que pasáis juntas...en fín...ella te hace feliz.
Y piensas en los momentos junto a tu marido y ves que también hay felicidad en ellos, aunque a veces quisieras que fuera diferente y que pudiérais compartir más tiempo juntos, más cosas juntos, en fín, quisieras tantas cosas que a veces no son posibles en algunas parejas y eso nubla muchos de los momentos de felicidad que tienes a su lado. Sí, resulta a veces hasta contradictorio, se puede ser feliz e infeliz en una misma vida y relación, a veces pueden ser mayores los momentos de felicidad, otras veces la infelicidad acaba ocultando muchos de los bellos momentos vividos juntos. Siempre complicada la vida de pareja y la suma de dos personalidades con intereses comunes y a la vez diferentes.
Y que decir de la familia, esa que llena muchos momentos de felicidad y otros tantos de tristeza y decepción, pero no obstante sigue siendo tu familia y para lo bueno o lo malo allí permanecerá.
Otra parte es tu trabajo, ese que llena una parte de ti haciéndote sentir útil en esta vida, cumpliendo con la sociedad...
No sé, quizás lo más importante para sentir esa sensación de felicidad sea que ese sentimiento empiece dentro de nosotros y queramos llenar nuestra vida con ello, pero también siendo realistas y sabiendo que somos dependientes de algunas cosas que a veces quisieramos negar, porque sí, necesitamos de algunos pequeños detalles en nuestras vidas para consumar ese sentimiento de felicidad tan deseado. Y cualquier pequeño detalle, aún siendo pequeño...cuenta.

Cuenta....
un buenos días
una sonrisa
una mirada de amor
un beso de ternura
una caricia anhelada
un hombro sobre el cual llorar
una persona con la cual compartir una pena o una alegría
un te quiero
una flor sin esperar recibirla
una carta
un café juntos
una cena romántica
un abrazo
despertar juntos
unir las manos
unir el ama......
todo cuenta.

Meridien

Comentarios

Entradas populares de este blog

La tortuga que quería volar Había una vez una tortuga que vivia soñando. Mientras arrastraba su pesado cuerpo a pocos centímetros del suelo, miraba hacia arriba e imaginaba lo bello que debia ser ver la tierra desde el cielo. ¡Qué no daría ella por poder volar! Sus amigas las gaviotas, oyentes eternas de sus sueños, vinieron un día con una propuesta: -Amiga- le dijo una de ellas-,tú no tienes alas nosotras sí...y tenemos además la fantasía de ayudarte a cumplir tu sueño. -Tu pico es muy fuerte- dijo la otra-, traeremos una rama de un olmo y tú te sujetarás a ella mordiéndola con todas tus fuerzas...si te animas a correr el riesgo, entre las dos levantaremos la rama sujetándola con las patas y te llevaremos a recorrer el cielo. La tortuga abrió los ojos tanto como podia. ¿seria posible? Las gaviotas trajeron el palo. La pesada tortuga hincó los dientes en la rama con toda su fuerza y cerró´los ojos. Cuando los abrió, animad...
La metáfora del faro El faro está afianzado en la roca, no importa dónde se lo construya. El faro está ahí para hacer una cosa: hacer brillar la luz. El propósito de la luz a menudo es cambiado. A veces es un aviso, a veces está allí para atraer la atención y a veces está ahí para guiar. Cualquiera sea el propósito, siempre está anclado en la roca. El guardián de faro sabe algo que los otros no saben. Sabe dónde están las rocas, dónde está el problema, y está allí para guiar a los otros respecto de estas cosas. Cuando la luz es capaz de ayudar a conducir a los barcos a salvo a la bahía, en el faro se regocijan... Cuando esto sucede, sin embargo, el guardián del faro no se va al barco y hace una fiesta con el capitán. En vez de eso, el guardián se regocija silenciosamente y continúa haciendo brillar la luz. Los capitanes que llegan al puerto a salvo gracias a la luz del faro nunca conocen al guardián del faro. ¡El guardián del faro no publica una declaración para decirle a otros que sa...
Siempre recuerda aquellos a quienes sirves. En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó en una mesa. La camarera puso un vaso de agua enfrente de él. -¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con cacahuetes? preguntó el niño. -Cincuenta centavos, respondió la camarera. El niño sacó su mano de su bolsillo y examinó un número de monedas. -¿Cuánto cuesta un helado solo?, volvió a preguntar. Algunas personas estaban esperando por una mesa y la camarera ya estaba un poco impaciente. -Treinta y cinco centavos dijo ella bruscamente. El niño volvió a contar las monedas. -Quiero el helado sólo dijo finalmente. La camarera le trajo el helado, puso la cuenta en la mesa y se fue. El niño se terminó el helado, pagó en la caja y se marchó. Cuando la camarera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costó tragar saliva con lo que vió. Allí, puestos ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco centavos... su propina. Jamá...